Programa de televisión, la televisión basura en México y rating

Programa de televisión

Un programa de televisión es un conjunto de emisiones periódicas, agrupadas bajo un título o cabecera común, en las que, a modo de bloque, se incluye la mayor parte de los contenidos audiovisuales que se ofrecen por televisión. En el ámbito profesional televisivo, no son considerados programas los bloques de contenidos dedicados a las autopromociones, a la continuidad y a la publicidad convencional.

Según este uso, se denomina programa a cada bloque de contenidos que se ofrece por televisión, independientemente de que se trate de una producción unitaria o periódica. Una película de cine difundida por televisión sería un programa, del mismo modo que un episodio o capítulo de una serie. El programa se entendería así como la unidad utilizada en la programación televisiva.

Un último uso es el que se emplea en la propia jerga televisiva. Los profesionales del medio utilizan este vocablo en oposición a los contenidos informativos, deportivos y de ficción que se emiten por televisión. Según esta acepción, una serie, una película, un partido de fútbol o un noticiario no serían un programa, término que quedaría reservado a las restantes líneas de programación (concursos, magacines, reality shows, late shows, etc.), a las que también se conoce con el nombre genérico de entretenimiento o variedades. Tal distinción obedece a la forma en que la mayoría de las cadenas organizan sus distintas áreas de producción.

Géneros de programas

En función del contenido emitido, un programa puede clasificarse en distintos géneros:

Informativo televisivo, Talk show, Reality show , Programa de debates, Programa educativo, Programa infantil, Programa de entrevistas, Programa de concursos, Entrevista de televisión, Contenedor televisivo, Ficción seriada

Medio de comunicación masiva en el cual se transmite una información digerible (en algunos casos) ya que su objetivo es tener la mayor audiencia posible

La religión en las sociedades prehispánicas era menos sanguinaria y cruel que la religión católica durante la etapa de la inquisición

La Televisión Basura Mexicana

Prender la televisión durante un sábado por la mañana y encontrarnos con el cuerpo semidesnudo de Maribel Guardia y un seudo luchador ahora ya conductor de televisión llamado “Latin Lover” en una escenografía llena de colores muy llamativos, pequeños papeles de celofán por los aires, y como olvidar el fondo musical con banda o reggeaton para no fallarle.

En México la televisión basura no tiene una definición concreta o características que puedan categorizar los programas sobretodo en las dos cadenas más importantes del país; televisa que tiene más de cuarenta años al aire y televisión azteca que nació hace catorce años debido a la privatización de la cadena Imevisión.

Algunos críticos y sociólogos la describen como un entretenimiento soez, vulgar, ficticio, amoral y promiscuo dentro de los parámetros sociales o culturales; por ejemplo en Colombia las telenovelas manejan tópicos relativamente fuertes comparados a los de Venezuela o México.

Se sabe que el entretenimiento dentro de los medios masivos siempre ha sido un factor muy importante que los altos ejecutivos no pueden dejar a un lado; desde los programas matutinos que van dirigidos a una audiencia principalmente compuesta de amas de casa, las telenovelas por la tarde, caricaturas, series, talk shows, deportes, música, chismes, concursos etc.

En 1955 al nacer la cadena Televisa con el apoyo del presidente Ruiz Cortines, nace una innovación no solo en el medio sino en la sociedad, el objetivo principal era informar y entretener a la población mexicana, convertir a la empresa como un símbolo del nacionalismo e internacionalizar nuevos proyectos mexicanos.

La época del cine de oro se encontraba en el apogeo, y la televisión era un medio excelente para impulsar a nuevas ideas, esto llevó a la pantalla la adaptación de la película “Senda Prohibida” en la modalidad de episodios cortos que se transmitían tres o cinco veces por semana, la telenovela nacía en México para convertirse en uno de los géneros más rentables en los últimos años; tan solo en 1997 Televisa ganó más de 100 millones de dólares por la exportación ya sea por el guión o la adaptación para otros países.

Esto catapultó a México a nivel internacional y se dio a conocer por sus tramas intensas y dramáticas, las actuaciones y la colocación de cámaras que a pesar de ser un poco rústicas fueron muy bien recibidas por otras cadenas como la BBC o la Warner Brothers. La telenovela se convirtió en una parte esencial dentro de la programación cotidiana, al paso de los años los tópicos fueron variando hasta convertirse en lo que conocemos ahora.

Dentro de la columna vertebral de los horarios estelares se encontraban los programas de concursos como “Sube Pelayo Sube” que tenían altos niveles de audiencia así como noticieros y los de espectáculos.

El impulsar la cultura como entretenimiento se convirtió en una meta que se implementó en la televisión a principios de la década de los setenta como un implemento nuevo por parte del gobierno de la republica para fortalecer la educación y la valorización de nuestras costumbres; sin embargo la audiencia no recibió estos programas con tanta efusión como se esperaba.

A raíz de la apatía por la innovación en programación abierta surgieron canales independientes que transmitían documentales o películas extranjeras, aunque su rating era muy bajo se decidió mantener al aire a esos canales.

Por consecuencia Televisa decide impulsar la industria de la música creando el programa “Siempre en Domingo” en donde diversos músicos e intérpretes se daban a conocer y sobretodo se convertía en el primer programa de variedades en la televisión.

Durante las décadas de los ochenta y noventas se vivió un estatismo en la televisión, pero sobretodo en el control de la información por parte del gobierno; y se mantenían al aire las mismas ideas solo que cambian la escenografía, los conductores o actores y el horario; es por eso que el público dejó de ser crítico debido a que la formula, por muy monótona o simple que se oiga, funcionaba a la perfección.

En 1993 TV Azteca por medio del Grupo Salinas adquiere los canales siete y trece con una propuesta fresca pero sin abandonar el esquema implantado por su competencia anteriormente; por lo pronto el monopolio de la televisión mexicana se convertía en un dúo polio.

Una de las razones por las cuales la televisión nacional dejó de imponer creatividad fue la globalización de los medios, los sistemas de cable y el internet, el público ya tenía otras opciones; así que la influencia de otros países fue muy importante; comprando series de cadenas como NBC o FOX para transmitirlas dobladas o intercambiando ideas para adaptarlas como ocurrió con “Big Brother” o “La Academia”.

Con toda esta difusión de culturas en los medios, se perdía la esencia pero nunca los altos índices de audiencia; a principios de los noventa el arraigo que sufrían los medios de información, particularmente en el gobierno de Salinas de Gortari, llevó a la censura y la llamada disfunción narcotizante aquel efecto de lo medios provocado por datos o hechos supuestos en conjunto con el morbo y la exageración, para lograr distraer al público y evitar manifestaciones o reclamos.

En el entretenimiento no se tocaban temas profundos o de interés social, cada día el humor se convertía en vulgar o tosco, los noticieros solo acaparaban la nota roja, las mujeres usaban menos ropa; la situación caótica en los medios era el reflejo de lo que ocurría en el país.

Sin embargo las nuevas propuestas no dejaron de surgir, el deporte también se convirtió en una de las más importantes fuentes de ingresos para las televisoras, ya sean los partidos de futbol, el boxeo o las olimpiadas.

Pero entonces, ¿Cuándo surge la televisión basura? Las opiniones son encontradas, se dice que todo inicia a raíz de la escasez de valores en la sociedad, las influencias extranjeras que pervierten a México, es culpa del gobierno que no aplica el código de ética en las comunicaciones, y no podemos dejar de mencionar a los que opinan que la culpa es de los “jóvenes de ahora” con sus ideas rebeldes.

Así que es correcto decir que Ingrid Coronado siempre enseña los calzones por que Kelly Ripa hace lo mismo en su programa matutino “Live with Regis and Kelly”de Estados Unidos, o que el programa “La casa de la Risa” tiene casi un 65% de alto contenido con frases de doble sentido por que el gobierno no les leyó el código bien.

Por supuesto es una exageración querer culpar a la televisión por lo que ocurre actualmente con el dialecto, actitudes, formas de vestir e ideologías.

El problema que acecha es que la calidad, el compromiso con la sociedad y la creatividad han sido desvirtuados y estigmatizados con la idea de que “el que no enseña no vende” la mercadotecnia se ha convertido en el exhibicionismo y la morbosidad no solo con el cuerpo humano, también con la política, las adicciones, la homosexualidad y la muerte; temas que se manejan con irresponsabilidad y falta de información.

Aunque también existe la contraparte que defiende la nueva era de la televisión, sobretodo por que no puede existir un estancamiento en el entretenimiento día tras día se encuentran en desarrollo nuevas propuestas dando a conocer las contraculturas de México y el mundo, pero quizá lo más importante es que poco a poco se va rompiendo esa censura de sexenios pasados.

Lo que hemos olvidado es que nosotros cancelamos o mantenemos esos programas al aire, la rentabilidad se refleja en nosotros; la misma sociedad se identifica con lo que prefiere ver en pantalla.

La televisión basura siempre ha existido solo que dependiendo la época los límites estaban escritos como hasta ahora, es decir en los años ochenta las escenas de sexo en las telenovelas tenían una duración menor al minuto y sin embargo los reclamos por algunos grupos moralistas estaban latentes; hoy las escenas de sexo duran alrededor de tres a cinco minutos.

Conforme los tabús y las concepciones religiosas van perdiendo fuerza en cuanto a su credibilidad, el público va adoptando nuevas formas de aceptación dentro de su comunidad y esto es gracias a la televisión basura, que aunque sucia, amoral o incluso monótona da pie a nuevas ideas, al atrevimiento de hacer cosas creativas incorporándolas a los problemas sociales que día a día enfrentamos.

La televisión basura es parte de la idiosincrasia actual, sin querer la mayoría sabe de la existencia de aquel programa sabatino donde Maribel Guardia y Latin Lover parecen dueños de un cabaret, pero que aquel concepto es nuevo dentro de la televisión mexicana, la libertad de expresión como estandarte aunque sea un contenido banal, pero ¿cuando fue la última vez que existió un programa en México de calidad?

1. ¿De que hablamos cuando hablamos de rating?

La cifra de rating representa el porcentaje de hogares o individuos en el caso de rating personas, del universo objetivo, que están viendo un programa de televisión o escuchando un programa radial, en un momento determinado.
El universo objetivo de hogares para la TV es el total de hogares con televisión de Capital Federal y Gran Buenos Aires al que se excluyen los niveles socioeconómicos A y E. En forma análoga se define el universo de individuos pero a partir de los 4 años de edad. Sin embargo, también puede calcularse el rating para universos más reducidos, como por ejemplo; Hogares del nivel alto o individuos de entre 13 y 19 años.
En el caso de la radio el universo objetivo es el conjunto de individuos de 12 a 74 años que habitan Capital y Gran Buenos Aires, excluyen los niveles socio-económicos A y E.

2. ¿Qué significa un punto de rating?

Para la televisión, un punto de rating hogar significa que el 1% de los hogares del universo vieron un programa o una pauta publicitaria. La misma interpretación es válida para cualquiera de los targets que se consideren. La cantidad de hogares o individuos que represente cada punto de rating depende del tamaño del universo que se considere. Por ejemplo, el total de hogares del universo medido por la TV es de 3.147.402; por lo que un punto de rating equivale a 31.474 hogares.
Para la radio, un punto de rating significa que el 1% de los individuos del universo escuchó un programa de radio o una pauta publicitaria, y por la tanto equivale a 83.133 individuos pues el universo consiste en 8.313.300

3. ¿Cómo se calcula el rating para la televisión?

Una vez que los datos de los «people meters» ingresan a la base de datos del centro de cómputos se otorga a cada hogar o individuo un «peso» que indica la cantidad de hogares o individuos del universo que representa. Luego, para calcular a modo de ejemplo el rating hogar, se hace el cociente entre el número de hogares representados por los que miran televisión y el número total de hogares del universo. De la misma forma se calculan los ratings para cualquier otro target.

4. ¿Cómo se calcula el rating cuando hay un hogar con dos televisores encendidos en canales distintos?

En este caso el hogar aporta al cálculo del rating de ambos canales.

5. ¿Cómo se calcula el rating cuando hay un hogar con dos televisores encendidos en un mismo canal?

En este caso el hogar aporta al cálculo del rating del canal sintonizado pero una única vez.

~ por seisdiezsiete en marzo 15, 2011.

Una respuesta to “Programa de televisión, la televisión basura en México y rating”

  1. De dónde sacaron todo esto?

Deja un comentario